Objetivos cumplidos
Seguramente habrá sido la semana de curro más dura de mi vida. O por lo menos la más dura que recuerdo, que la memoria selectiva también hace su trabajo. Ha sido un infierno total este cierre. El peor de todos los que llevo, y ya son unos cuantos. Jornadas maratonianas de 12 horas de curro a saco (y algún día más), media horita escasa para comer (y algún día menos), tensión, descuadres que no localizas, facturas que llegan sobre la bocina, inventarios del demonio, tropecientos informes y deadlines que te comen la moral.
Pero cuando entregas todo, al final lo logras cuadrar y revisar y está todo bien, cuando sales por la puerta con el trabajo entregado a tiempo y sabes que te lo has currado como nunca, en ese momento sientes una satisfacción difícilmente explicable. No es alegría ni subidón, es respirar tranquilo y con la realidad de que una vez más lo has vuelto a conseguir. Mi abuela siempre me decía que lo que cuesta vale. Espero que valga, porque costar, me ha costado un huevo.
El lunes volveremos a la batalla, pero ahora a descansar, más que nunca me lo merezco. Fin de semana, eres mío!
Etiquetas: bellezas, descanso, fin de semana, satisfaccion, trabajo
1 Comments:
Ataca ahí al fin de semana ! :) Yeah !
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