Aterrizaje no tan suave
He estado cuatro días sin publicar la entrada sobre la vuelta al trabajo tras las vacaciones, ya clásica en el blog por otra parte, por una razón fundamental: Este año quería tomar un poco más de perspectiva, dejar pasar unas jornadas laborales para ver que tal aterrizaba, como se me quedaba el cuerpo, y no centrar toda la vivencia de la vuelta en un único día.
Foto: EFE/Klaus Bilaniuk
Y tras estos 4 días de trabajo tengo que decir que el aterrizaje no ha sido suave precisamente, pese a que las circunstancias eran muy favorables para que eso fuera así: tres últimos días de agosto sin gente en el cliente, horario laboral de jornada continua y tranquilidad para adelantar trabajo pendiente. De hoy jueves sí me esperaba barullo, ha vuelto todo el mundo y comienzan los problemas, pero no de los tres días anteriores. Pero así ha sido, he estado liadísimo desde el lunes, con marronazos nada más llegar y con la misma intranquilidad y preocupación con la que me fuí.
Y es que, aunque la gente crea que soy un exagerado y un quejica, la #bedelasfixia que me entra no es gratuita. Ójala lo fuera, pero no. Luego pienso en que soy muy afortunado de tener trabajo y de alguna manera equilibro el estado de ánimo, pero eso de entrar con una sonrisa a la oficina, pues de momento va a ser que no. El domingo, nos volveremos a encontrar compañera ...
Etiquetas: #bedelasfixia, asfixia, depresion postvacacional, trabajo
2 Comments:
Poco a poco!!
Y con buena letra!
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