Sepelio
Ayer me dieron la noticia del fallecimiento de un familiar cercano, aunque no del entorno "core" de mi familia, pero sin duda alguien con el que he tenido históricamente bastante relación. Como es lógico la sorpresa inicial da paso a esa sensación extraña y desasosegante que todo el que haya pasado por esta situación conoce.
Enfrentarse a Tánatos nunca es sencillo, y mi opción espiritual (a medias entre agnóstico radical y ateo moderado) tampoco ayuda mucho. Hoy ha sido el sepelio. Es, justo en estos momentos del velatorio, del funeral, de toda la liturgia de la muerte, cuando comienzas a recordar como fueron estas experiencias críticas con mi núcleo familiar que te dejan tocadisimo y que el cerebro tiende a ocultar pero que afloran sin querer. Por otro lado, comienzas a darle vueltas a la realidad de que ya tienes la mitad de la etapa hecha y que no queda tanto tiempo para cruzar la meta ... Y conforme pasan los años, la bicicleta va funcionando peor y por más metas volantes pasas. Ley de vida ...
Etiquetas: cementerio, muerte, sepelio, tánatos
1 Comments:
La muerte no tiene edad,pero siempre nos revuelve los sentimientos.
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