Disfrutando del año nuevo

Está más que claro, y es algo que ya hemos comentado por estos lares, que para disfrutar en toda su extensión del día 1 de enero es condición sine qua non no disfrutar de Nochevieja. O por lo menos no mamarse como un piojo. Si llegas de fiesta como una cuba a las 8 o 9 de la mañana evidentemente el día 1 de enero se sufre más que se disfruta. Pero si llegas a casa después de cenar y tomarte las uvas con tu familia y te pones el traje de noche (el pijama y las zapatillas), estás un rato viendo los bodrios de la tele, un rato chafardeando a las teclas y te vas al sobre a una hora razonable, pues el día 1 de enero te levantas como una rosa, desayunas tranquilamente con la contraria, sacas al perrón disfrutando de una mañana como la que ha hecho hoy y te queda un buen rato hasta la comida para hacer lo que quieras. Sin dolores de cabeza y sin prisas de ningún tipo.

Este año ha caído la segunda opcion otra vez. Lo se, es de viejunos la segunda opción, pero a estas alturas vitales, las cosas van siendo como son ...

Año nuevo, pelado nuevo y paseo nuevo.