Comienza la cuenta atrás

Como ya he dicho bastantes veces en este blog, adquirir un piso en régimen de Cooperativa tiene una ventaja fundamental, el precio final del inmueble para el socio es sensiblemente menor al del mercado de vivienda convencional. Al hacerse cargo directamente la cooperativa de la construcción y eliminar intermediarios, se ahorran costes. En nuestro caso, la vivienda nos saldrá bastante más barata que si compro obra nueva terminada o incluso el mercado de segunda mano.

Pero tenemos, por contra, dos inconvenientes muy importantes del cooperativismo. Uno es el tiempo. Sabes cuando te metes en la cooperativa y comienzas a pagar, pero nunca sabes cuando te van a dar las llaves de tu piso. Llevamos 7 años en la cooperativa poniendo pasta y todavía no hay un ladrillo puesto. Eso acojona un poco, la verdad. Aunque si me he metido en este tinglado es porque la persona que lleva todo es de mi máxima confianza. Si no hubiera sido así ni loco me meto.

El otro inconveniente es que dependes del político de turno, ya que al gestionar directamente la construcción, dependes del urbanismo de los Ayuntamientos, y eso puede ser un problema. Un gran problema. El caso es que después de mucho esperar y de algún que otro contratiempo con las licencias municipales, por fin nos las han dado y la obra ha echado a andar.

Realmente ahora si que comienza la cuenta atrás definitivamente. Dentro de un año, crucemos los dedos, podemos empezar a pensar en la mudanza. Esperemos que así sea.