El muro que aprieta pero no ahoga
Cuando ves que las cosas comienzan a torcerse, se suele recurrir al famoso "Dios aprieta pero no ahoga". La verdad es que hace mucho tiempo que dejé de ser espiritual, si es que alguna vez lo fui, pero sin entrar demasiado en el sujeto, tengo que constatar que el predicado se está cumpliendo. Esta semana las cosas no han ido demasiado bien, pero ayer volvimos a ver luz al final del túnel.
En la carrera de la vida, como en las maratones, siempre hay un muro. En la vida hay muchos y suelen dar miedo mirarlos desde abajo. Para escalarlos hace falta paciencia, fe en lo que uno hace y, porque no, algo de suerte. Pero se llega y se pasa. Todavía no hemos pasado éste, pero vamos camino de. El muro nos ha apretado, pero no lo suficiente como para ahogarnos.
Hasta el próximo muro.
PD: Una vez escrito el post, ha llegado a mi mente una imagen que conecta el primer párrafo con el segundo. Lateral Thinking en toda regla.
1 Comments:
La vida nos pone muchos muros en nuestro camino, y como bien dices, se puede¡¡¡¡¡ siempre hay que ir hacia adelante.
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