Ver amanecer
Ya sabéis, porque lo he escrito muchas veces en el blog, que los fines de semana suelo levantarme pronto. Demasiado pronto. No es raro verme por el dospuntocerismo a partir de las 7 AM. Sábados, domingos y fiestas de guardar. Fiel a mis biorritmos, que son implacables y no perdonan. La contraria y el perrón durmiendo placidamente y yo por casa danzando a oscuras y sin hacer ruido, con la compañía de la radio, Internet y una taza de café.
Desde el noveno, se ve el skyline de Madrid. Foto: guardafaro.net
Un amigo me decía que, contra ésto, lo mejor era salir de marcha la noche anterior y mamarse como un piojo, que ni biorritmos ni leches. Tiene su lógica, si llegas beodo a las 5 AM lo lógico es que no te despiertes hasta medio día como poco. Y sí, seguro que le funciona a la mayoría de la gente, pero yo ya lo he probado y sigo despertándome, con el agravante de la resaca, y de estar hecho una p.m. todo el día.
Pero si algo bueno tiene madrugar en fin de semana, además de que nuestro supuesto Dios nos ayude (no acabo de ver claro este particular), es disfrutar de un tiempo solo para tí, que pasa cadencioso y sin pensar que dirían los Gabinete, disfrutar del silencio, de no agobiarte con las prisas de los días laborables, de una buena taza de café recién hecho (y no de la Senseo, de la cafetera de toda la vida) y, sobre todo y por encima de todo, de ver amanecer.
Salir al balcón, taza de café en mano, y disfrutar de las vistas que tengo (lo mejor de mi casa) mientras amanece es uno de los pequeños placeres gratuitos que tiene mi rutinaria y poco emocionante vida. Esos 10 minutos valen su peso en oro y recargan mis pilas para afrontar el otro clásico del domingo, la llegada de mi amiga.
PD: Otro post de Amaneceres. Después de 3.148 entradas, es difícil no repetirse alguna vez.
Etiquetas: amanecer, bellezas, café, disfrute contenido, fin de semana
1 Comments:
Me da igual que te hayas repetido...pero este post tuyo me ha conmovido, porque yo siento lo mismo
Publicar un comentario
<< Home