Jugones, una vez más

A estas alturas de semana y todavía no he publicado en esta bitácora desencantada el post sobre la grandísima victoria de la Selección Española de Baloncesto en el Eurobasket de Lituania. Si hubiera sido otra cosa seguramente la entrada dormiría el sueño de los justos, pero no todos los días se gana un Europeo de Basket, así que merece la pena la publicación, aunque sea con un poco de retraso.

Imagen: Lavozlibre.com

Y es que el domingo me fue imposible escribir. El partido acabó tarde, jugaba también el Madrid (casi mejor que no lo hubiera visto) y me lié a twittear #pekinexpress, así que no me dio tiempo. El lunes porque es lunes y no estaba para nada, y ayer lo tenía pendiente pero tampoco pudo ser. Así que de hoy no pasa.

Y no voy a escribir nada extraordinario. Simplemente dejar constancia de que tenemos mucha suerte de vivir las hazañas y los logros de la mejor generación de jugones de la historia del baloncesto patrio. Los tremendos partidos contra Alemania y Lituania, y, sobre todo, la solvencia con la que se gana la final a la Francia de Tony Parker, da que pensar que volvemos a tener un equipo prácticamente invencible. Y nunca mejor dicho lo de equipo, porque aunque las individualidades son del máximo nivel, ese juego en conjunto es el que permite triunfar a los hermanos Gasol, a la bomba Navarro, a Mr. Catering Calderón, a Rudy Fernández, al inconmesurable Ibaka (que tapones en la final por Dios), a Ricky Rubio y a todo el banquillo español.

No se cuanto durará esto, si se podrá mantener o no este excepcional nivel, pero el año que viene en los Juegos de Londres, seguro que seguimos disfrutando de estos jugones!, porque la vida puede ser maravillosa, que diría el desparecido y siempre recordado Andrés Montes. BA-LON-CES-TO!