Otro que come jamón!

Cuando era un lechón, siempre me ha hecho bastante gracia el submundo de las tómbolas de las ferias. No se explicar porqué, pero era el único puesto, con excepción de los coches de choque, en el que me quedaba embobado a mirar un rato lo que pasaba y a observar cómo se desarrollaban los sorteos. Y más que los productos que allí se exponían, que dependiendo de la calidad del puesto eran una basura o auténticos regalazos, lo que me alucinaba realmente era la verborrea del tombolero o tombolera de turno, la charlatanería elevada a arte y como embaucaban al personal. Se me han quedado grabadas a fuego en mis neuronas frases del tipo "Otro que come jamón!", "Otra minicadena!" (con el sonido típico de micrófono barato además).

Todo esto viene a colación de que me ha tocado un jamón!. Enhorabuena a los premiados :-). No, no ha sido en una tómbola, ha sido en un sorteo de mi empresa ya que, por motivos que no vienen al caso, sobró un jamón de los que nos regalaron a los empleados por navidades. Un poco cogido por los pelos sí, pero el caso es que ha habido un sorteo y me ha tocado un jamón, como en las míticas tómbolas de mi niñez.

Eso sí, este jamón paso de cortarlo yo. Después de los asesinatos que hemos perpetrado a piezas anteriores, se ha decidido en el núcleo dinki-familiar que la mejor opción es que nos lo deshuese un profesional del ramo. Saldrá un dinerito, pero a la larga lo vamos a agradecer, porque ya no estamos para según que cosas ...