Comentaba ayer en twitter con un lector clásico de La Belleza sobre el estado actual de la blogocosa y sobre nuestros respectivos blogs. Y llegamos a la misma conclusión, porque a él le está pasando exáctamente lo mismo que a mí: el traslado de la conversación a las redes sociales es un hecho que en nuestro caso ya no tiene vuelta atrás.
Que esta bitácora desencantada ha vivido tiempos mejores en el tráfico de visitas y comentarios creo que no se le escapa a casi ningun@ de vosotr@s, sufridos y abnegados lectores y lectoras. Si sois habituales de La Belleza, habréis constatado tiempos pretéritos de bonanza en la cantidad de los posts publicados, en la abundancia de comentarios y en la conversación generada. Tengo pendiente publicar las últimas estadísticas (no, no me he olvidado, es que requiere demasiado curro y no tengo tiempo) para que lo veáis con números.
Por desgracia (o quizás por gracia, vaya usted a saber), ahora mismo la realidad es que el blog está en punto muerto, voy actualizando al tran tran, cuando voy pudiendo y de una manera bastante anodina. Reconozco que he perdido ritmo, pero no creo que sea un problema de calidad de los posts, creo sinceramente que hay posts muy clásicos de La Belleza en estos últimos meses que no están mal, por lo menos están currados, o eso me lo parece. Es más bien la cantidad, que se ha reducido, y que apenas visito blogs y he dejado de comentar en los vuestros. El "Mark All As Read" en Google Reader ya es norma y no excepción. No tengo tiempo para mucho más. El trabajo consume mi existencia en grado extremo últimamente. No hay tiempo para promoción. Y tampoco le veo el sentido, la verdad. A menos posts, menos conversación, eso está claro, pero ese no es el factor clave.
El factor clave es que comparto mi escaso tiempo de Internet con el dospuntocerismo, eso es un hecho cierto, y allí tengo mucha conversación, posiblemente toda la que empieza a faltar en La Belleza. Antes tenía alguna duda en este sentido, pero estoy cambiando de opinión. No hace falta venir al blog a comunicarse con el bloguero/a, ya lo haces en twitter o Facebook, el sitio natural para hacerlo. Incluso publicas allí también los posts de la Belleza, y te los comentan allí directamente. La conversación está cada vez más allí y cada vez menos aquí.
En el fondo no importa demasiado que esto suceda así. Los blogs no van a desaparecer, pero quizás se publique en otro lado. Lo importante es que se sigan teniendo ganas de postear, disfrutando de hacerlo, a mi ritmo (ahora poco pero vendrán tiempos mejores) y que la conversación, si es que existe, se produzca donde quiera cada comentarista. Prometo contestar, aquí, allá o acullá.
Gracias a los incondicionales por aguantar estas divagaciones de filosofía barata bloguera con el estoicismo que se os presupone :-)
Etiquetas: blogs, dospuntocerismo, redes sociales