Imaginaos la situación. Ves una oferta de trabajo en una web de búsqueda de empleo que te cuadra con tu perfil, el trabajo es interesante, está cerca de tu casa y no pagan mal para cómo está el mercado. Llevas tiempo sin trabajar y necesitas el puesto. Te apuntas inmediatamente, preparas tu Curriculum y esperas, con ilusión. Ya ha pasado otras veces pero ésta tienes un feeling distinto, piensas que puede ser la buena.
Pasa una semana y te llaman! Bien!. Es una empresa de trabajo temporal pero bueno, el caso es trabajar. Llegas a la primera entrevista, con nervios. Da poco de sí. Dejar los datos y el curriculum, que te hagan las 5 o 6 preguntas habituales y que la seleccionadora te vea el careto. Vamos, para eliminar a Frikis y poco agraciados. Te dicen que te llamarán para una segunda entrevista. Bien. Esperas. Pasa otra semana y, te vuelven a llamar!. Más que bien. Esto tiene buena pinta.
Ahora la segunda entrevista ya es en la empresa donde vas a trabajar y te recibe un señor que debe ser del departamento de RRHH de la empresa, y te hace ya más una entrevista en profundidad, te enseña las instalaciones, es muy simpático y conectas inmediatamente con la dinámica. La ilusión sube exponencialmente porque te gusta lo que ves, y te imaginas trabajando allí. Piensas, "si no estuvieran interesados en mí no me enseñarían nada ni estarían 20 minutos conmigo". Te dice el señor que te llamarán. Vale.
Esperas. Un día, dos, tres. No llaman ... comienzas a pensar que se lo han pensado mejor pero ... el teléfono suena y TE LLAMAN Otra vez! ... para contratarte? no ... para una tercera entrevista. Otra más? ... sí, otra más.
Y vas a la tercera entrevista con los nervios lógicos y mucha más ilusión si cabe. Se supone que a la tercera entrevista no llega todo el mundo, solo los que realmente le interesan a la empresa. Estás en la recta final. Te reciben dos señoras de la susodicha empresa y comienza el interrogatorio. Estas preguntas ya si que van duro y a la encía, a tocar los puntos débiles del CV, a intentar que saques rasgos de tu personalidad que escondes, a pillarte en posibles mentiras, vamos, van a saco a ver que pueden ver que no les guste. Y tú vas respondiendo cómo puedes e intentando tener una sensación de control en todo momento. Lo tipico de una entrevista en la que te juegas un puesto de trabajo.
Acaba la entrevista y te dicen que ya te llamarán. Vuelves a casa con la ilusión de oír sonar ese teléfono móvil. Y no te separas de él. Y pasa un día, pasan dos, pasan tres ... y cuando ya parece que no va a sonar nunca, una mañana prontito el teléfono SUENA !!!! es la empresa de trabajo temporal. TE CONTRATAMOS!
La alegría se desata!, llamas al contrario, llamas a tu familia, a tus amigos, estás exultante. Todo vuelve a cuadrar. Comienzas a hacer planes, piensas en celebrarlo, estás muy contenta ...
Pero siete horas después, casi sin tiempo a asimilar la gran noticia ... te vuelven a llamar de la Empresa de Trabajo Temporal y te dicen que lo sienten mucho pero QUE SE HAN EQUIVOCADO ... y que en realidad no te han cogido para el puesto.
En ese momento el mundo se te viene abajo. Hay dos opciones, o te bloqueas, te quedas sin poder articular palabra y cuelgas (y lloras), o lloras pero te indignas y le montas un pollo al que te ha dado la noticia: Cómo? Que carajo me estás contando?. Que te que has equivocado?, si me has dicho que estoy contratado? que mierda es esta? Te estás quedando conmigo?. Sois unos putos ineptos. Estáis jugando con las ilusiones de la gente, no te puedes equivocar en esto, no puedes tardar siete putas horas en decirme que te has equivocado y no puedes irte de rositas así. Se lo he dicho a todo el mundo, he hecho planes, he vuelto a ilusionarme con la vida, y vas tú y me dices que te has equivocado. Vete a tomar por culo!. No somos puñeteros números, somos personas, se nos debe un respeto. Me da igual que sea culpa de la ETT, que la empresa cliente se haya echado para atrás o que hayan cambiado de opinión. ME DA IGUAL!. Si me decís que me contratáis, la decisión es DE-FI-NI-TI-VA. luego NO PODEIS DECIRME QUE NO.
La sensación de impotencia y de mal rollo es totalmente indescriptible.
Eso le ha pasado a mi contraria ayer. Pero seguimos en la lucha. Y venceremos.
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